La CAME continúa realizando alianzas estratégicas que propicien la reconversión de las MiPyMES argentinas hacia un modelo económico con mayor conciencia social y ambiental.
La CAME fue invitada a participar, durante noviembre, en diferentes foros de intercambio, tanto nacionales como internacionales, en donde se presentó el sello CAME Sustentable, herramienta que ya cuenta con empresas certificadas en diferentes puntos del territorio nacional.
Sistemas agroalimentarios sostenibles
Frente al 37° período de sesiones de la Conferencia Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que se desarrollará en 2022, el organismo internacional organizó una instancia de diálogo que reunió a diversos actores argentinos de los sectores público, privado, académico y sociedad civil, para conocer su perspectiva, visión y opinión sobre las principales prioridades, desafíos y soluciones respecto a la alimentación y la agricultura del país.
Según un informe del Banco Mundial, debido al Cambio Climático la Argentina pierde anualmente unos 1.000 millones de dólares en activos y para 2050 podría representar una caída de hasta el 5 por ciento del PBI y una merma del 10 por ciento en la recaudación fiscal.
Durante el encuentro, fue expuesta una serie de iniciativas regionales centradas en la creación de sistemas alimentarios sostenibles que garanticen un mayor suministro y acceso físico a dietas diversificadas y nutritivas para todas las personas.
A su vez, se planteó la necesidad imperiosa de erradicar el hambre y la pobreza en las zonas rurales y estimular el desarrollo de nuevas oportunidades económicas en territorios rezagados. Por último, se debatió acerca del desarrollo de una agricultura resiliente que pueda producir alimentos de una manera más sostenible, con menores impactos ambientales y con una mayor adaptación al cambio climático.
A través del sello CAME Sustentable, la entidad contribuye con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Al respecto, Micaela Tommasini, coordinadora del Departamento de Responsabilidad Social y Desarrollo Sustentable de la CAME, comentó el trabajo que lleva adelante la entidad, así como también subrayó la importancia de estimular alianzas que impulsen políticas públicas destinadas a fortalecer la creación de herramientas concretas de apoyo y acompañamiento a las pequeñas y medianas empresas en sus procesos de transición hacia modelos de negocios con mayor conciencia social y ambiental.
Certificaciones como valor agregado
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, la Embajada Argentina en El Salvador y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) de dicho país organizaron un seminario binacional sobre Certificaciones de Procesos Productivos Sostenibles.
La CAME, junto al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y al Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN), presentó la oferta de herramientas que han desarrollado para la promoción del Desarrollo Sostenible en el entramado productivo argentino.
En este marco, Rubén Ruffi, embajador argentino en El Salvador, destacó que luego de la 26ª Conferencia de las Partes (COP 26), cumbre anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), se fortaleció el compromiso de los países de procurar una transición hacia un esquema ambientalmente sostenible.
Ruffi también recordó que es relevante entender que los impactos del calentamiento global no solo se reflejan en la naturaleza, sino también en las comunidades y su economía.
Por último, Gabriel Berardinelli, presidente de la Cámara Argentina de Certificadoras (CACER), entidad adherida a la Confederación y aliada estratégica del Programa de Certificación CAME Sustentable, representó a la entidad gremial empresaria y expuso sobre el sello de Triple Impacto.
En su presentación, Berardinelli destacó la transparencia y solidez de esta herramienta, así como también recordó que las certificaciones brindan las garantías que el consumidor actual exige, con mayor fuerza a partir de la pandemia, en los productos y servicios que adquiere.