A través del sello CAME Sustentable, la entidad gremial empresaria promueve un modelo de gestión de calidad y mejora continua, con compromiso social y ambiental.
De acuerdo con diversos informes internacionales, se conoce que anualmente en América Latina y El Caribe -una región donde 47 millones de personas padecen hambre-, se pierden y desperdician cerca de 220 millones de toneladas de alimentos en todas las fases de la cadena de producción, manejo y almacenamiento, procesamiento, distribución y mercadeo y consumo.
Argentina y su sector agroalimentario no escapan a esta realidad que impacta negativamente en las comunidades, la preservación del ambiente y la economía. En este marco, las pequeñas y medianas empresas del país, productoras y transformadoras de una gran diversidad de alimentos y motores de la economía nacional, juegan un rol fundamental en la lucha contra esta gran problemática.
Recientemente, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzaron la «Guía para Pymes agroalimentarias sostenibles. Contribución para la prevención y reducción de pérdidas de alimentos (PDA) en el sector privado».
Se trata de una propuesta que parte de un autodiagnóstico y busca favorecer la creación de estrategias alimentarias sostenibles, a partir de la consolidación e implementación de una política corporativa, generando impactos positivos en las cadenas de valor asociadas. A lo largo de sus páginas, la guía subraya la importancia de visibilizar y registrar las pérdidas de alimentos, destacando a éste como primer paso hacia una dinámica de mejora.
A su vez, el documento sugiere analizar y reconocer los Puntos Críticos de Pérdidas (PCP), contemplándolos en cuatro grandes fases: la recepción, el almacenamiento y el acondicionamiento de la materia prima; su manipulación y el proceso de transformación específicamente; los tratamientos para la estabilización microbiológica y el alargamiento de la vida útil.
Fuente: Guía para pymes agroalimentarias sostenibles. Contribución para prevención y reducción de pérdidas de alimentos (PDA) en el sector privado. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (2021).
Otro punto que destaca es la medición de las PDA y la definición de indicadores de seguimiento, tales como los costos económicos -monetización de las pérdidas-, ambientales y sociales. La guía remarca que, ante estos con-troles, las empresas inician un camino de mejora continua a través del cual pueden encontrar nuevas oportunidades de negocios, disminución de costos, innovaciones en subproductos y, también, apertura a nuevos mercados. Asimismo, se toma a la sensibilización, la comunicación -interna y externa- y la capacitación como una parte fundamental del proceso para la gestión del cambio, no solo en las empresas sino también en las comunidades donde ésta se inserta, así como también para sus diversos públicos objetivos.
Herramienta para la gestión
Siendo la CAME una organización referente del entramado pyme nacional, la entidad trabaja día a día para promover la concientización sobre la PDA y la mejora de los procesos productivos, acompañando -a través de su sello de Triple Impacto CAME Sustentable- a las pequeñas y medianas empresas en su reconversión hacia modelos económicos con mayor conciencia social y ambiental. Empresas de todo el país ya han alcanzado la certificación.
Todas las entidades y las pymes están invitadas a conocer más sobre esta herramienta única en su tipo en Latinoamérica: sellocamesustentable@came.org.ar