Adriana Garde, socia gerenta de El Desafío del Inmigrante, pyme olivícola y vitivinícola que certificó bajos estándares de Triple Impacto (económico, social y ambiental) su proceso de producción de aceitunas, comparte el camino transitado.
- ¿Cómo nace El Desafío del Inmigrante?
-Como un proyecto de inversión familiar, con áreas cultivadas con vid y olivo. Producimos uva de mesa, que se cosecha en diciembre y comienzos de enero, y aceituna para aceite. Comenzamos mejorando el área productiva incorporando riego por goteo y trabajando con eficiencia energética. Asimismo también fuimos aprendiendo sobre el manejo de nutrientes y métodos alternativos al control químico de las malezas. A su vez, con el objetivo de integrar a la comunidad, también edificamos una pequeña área para recreación y esparcimiento familiar.
- ¿En qué etapa está hoy?
-Actualmente nos hemos incorporado a la Ruta del Olivo, hicimos nuestro primer evento de turismo astronómico (acompañados por el Ministerio de Turismo) y nuestra oferta de turismo consiste en actividades de relax, observaciones del cielo nocturno y degustaciones de nuestro aceite de oliva.
- ¿Cuál es el valor agregado de sus productos? ¿Qué la distingue en su rubro?
-El valor agregado de nuestros productos consiste en el lugar de origen y la empresa familiar. En el rubro nos distingue que somos un establecimiento en transición hacia una agricultura más amigable con el medio ambiente.
- ¿Cómo conocieron el sello CAME Sustentable y por qué decidieron certificar bajo la línea del Triple Impacto?
-Conocimos el sello de CAME Sustentable por una propuesta de la Mesa Agroalimentaria de la CAME para par-ticipar del proyecto piloto. Decidimos participar porque era una apuesta fuerte a mejorar la calidad de nuestros productos y nos planteamos que de esta certificación seguiría una mejora continua para nuestra empresa.
- ¿Cuáles son las expectativas y para qué les va a servir?
-Las expectativas son poder seguir certificando en otras áreas. Nos va a servir para posicionarnos en el mercado como producto confiable, comprometido con el medioambiente y de excelencia.
- ¿En qué medida cree que este sello colabora en el posicionamiento de las pymes en mercados cada vez más exigentes?
-Creo que el sello colabora en gran medida con el posicionamiento de las pymes por el respaldo de la CAME. Esto nos hace más competitivos.
- ¿Cómo fue el proceso de certificación?
-Fue arduo, porque nos ordenó en cuanto a conocimientos, documentación. Pero a su vez satisfactorio, porque vimos que veníamos trabajando en la dirección correcta.
- ¿En qué consistió el acompañamiento de la CAME durante el proceso de certificación?
-El acompañamiento consistió en una visita al lugar de la licenciada asignada y después fue un seguimiento online de nuestros trabajos para mejorar, completar información, ordenarse en los tiempos de la presentación y explicarnos en qué consistía la auditoría porque era nuestra primera certificación.
- ¿Considera importante que las pymes comiencen a trabajar bajo la línea del Triple Impacto y certifiquen sus procesos?
-Sí, lo considero un diferencial muy importante con respecto a otras certificaciones.
- ¿Qué les diría a las pymes que desean certificar CAME Sustentable?
-Que se animen, que es una experiencia excelente, que nos lleva a trabajar mejor y más tranquilos. Se trata de ser cada vez más competitivos.
Nuevos parámetros
La CAME creó este sello para promover la trazabilidad del proceso social y ambiental entre las empresas argentinas, así como también para acompañarlas en su posicionamiento en mercados cada vez más competitivos, entre otras cuestiones. La certificación está fundamentada en los principios del Triple Impacto y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.